abril 19, 2020

Jesús aparece a María Magdalena

Predicador:
Passage: Juan 20:11-18
Tipo:

Bible Text: Juan 20:11-18 | Predicador: Jorge Chancay | Jesús aparece a María Magdalena (Juan 20:11-18)

Introducción.

En alguna ocasión leí en un artículo lo siguiente: “los jóvenes en los Estados Unidos están cada vez menos interesados en tener cualquier tipo de relación con alguna religión”. Lo asombroso es que, aunque estos jóvenes no frecuenten ninguna iglesia, tienen las mismas actitudes y valores que aquellos si lo hacen. ¿Qué triste es saber la visión que la gente tiene sobre la iglesia?, la gente piensa que la iglesia es simplemente una construcción y allí no ocurre nada interesante.

Por esa razón es que la crítica que se levanta contra la iglesia es causa de nuestros propios errores, nuestras mentiras, nuestro mal comportamiento como cristianos y otras cosas más, todo eso es provocado, por nosotros mismos (pues, nosotros somos la iglesia).

Me gustaría que usted hoy piense en la iglesia. Aunque las puertas estén cerradas, quiero que conteste: ¿Por qué usted va a la iglesia? ¿Cuál es su motivación para ir? ¿A quién busca en la iglesia? Jesús le hace una pregunta muy importante a María Magdalena: ¿A quién buscas? Yo quiero hablar sobre esta pregunta. Vs 15.

¿Quién era María Magdalena? ¿Por qué llora? ¿A quién busca?

La semana pasada hemos escuchado sobre el triunfo de Jesús en la cruz, y alguien me decía: ¿Qué evidencias existen que Jesús está vivo?, María Magdalena. 

Existen muchos conceptos equivocados sobre María Magdalena, para muchos se trata de la madre de Jesús, otros dicen que era una mujer que vivía una vida libertina y por lo tanto tenía mucho dinero ganado por la vida que vivía, incluso en una película la presentan como la mujer con una atracción sexual para Jesús… Estos conceptos erróneos no tienen un sustento bíblico, tampoco tienen fundamento histórico.

Lo que la biblia nos dice sobre María Magdalena en Lucas 8-2 habla mucho sobre quien era: y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que habían salido siete demonios

Y después de ser liberada, ella servía a Jesús, Vs. 3 Juana, mujer de Chuza intendente de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus bienes. Juan 19-25 nos cuenta lo siguiente: Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre, María mujer de Cleofás, y María Magdalena

Y Mateo 27-61 nos da otro detalle importante: Y estaban allí María Magdalena, y la otra María, sentadas delante del sepulcro. No sabemos nada más que eso…

Lo que sí puedo decir con toda seguridad es que esta mujer amaba a Jesús con todo su corazón, le amaba como su salvador, pues Él le había librado de aquello que la atormentaba. Este amor se ve reflejado por lo que ella hizo después que Jesús murió. En Juan 20-1 dice: “El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro”. Estaba allí, porque para los judíos era costumbre ir al sepulcro a preparar el cuerpo para la sepultura. Cuando ella llegó al sepulcro encontró la piedra removida. Acto seguido, ella corrió donde estaban los discípulos y les dijo: “Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto” 20:3. Pedro y Juan corrieron al sepulcro, miraron y volvieron para casa. Pero María Magdalena permaneció junto a la entrada del sepulcro llorando. Ahora ella no llora por la muerte, llora porque el cuerpo de su maestro desapareció.

Hoy, con esta situación que atraviesa el mundo entero, muchas personas han perdido seres queridos sin que sus cuerpos sean hallados. Estas personas dicen que además del dolor de saber que están muertos, existe un dolor más grande por no saber dónde está el cuerpo, es que tampoco se quiere correr el riesgo de buscarlo. María Magdalena quería lavar el cuerpo de Jesús, quería cumplir con las formalidades de un entierro judío, el problema era que el cuerpo no estaba… el dolor era más intenso ahora………

En medio de su lamento, en medio de su llanto viene la pregunta: ¿Por qué lloras?

¿Por qué lloras?

Mientras lloraba, miró otra vez para el sepulcro y vio dos ángeles en el lugar donde Jesús fue enterrado. Ellos le preguntaron: “Mujer, ¿por qué lloras?” (v.13).  bueno, ya sabemos la respuesta, el cuerpo no estaba. Es más, ella responde: “se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto” (v.13). El texto dice que una vez que dijo esto, ella se volvió y vio a Jesús en pie, pero no lo reconoció. Jesús le pregunta: “Mujer, ¿por qué lloras?” (v.15). su tristeza se notaba, lo que a ella le interesaba saber era: dónde estaba el cuerpo. Ahora, si somos más perspicaces, entenderíamos que María estaba buscando a un muerto. Ella no estaba buscando a Jesús entre los vivos, ella estaba buscando a Jesús entre los muertos. Aunque Jesús les había dicho que eso iba a pasar, pues lo olvidó, por eso estaba buscándolo mal.

Eso me hace concluir que, María estaba buscando a Jesús en el lugar equivocado. Lucas menciona lo que los ángeles les dijeron a las mujeres que fueron al sepulcro “¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?” (Lc. 24:5).

En ese momento María confunde a Jesús con el jardinero y le dice: “Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré” (v.15). ella aún estaba pensando en el cadáver, había llorado 3 días y tres noches y aún su corazón estaba vacío, había ido a la tumba y regresado por más de una vez, aparte de eso se ofrecía cargar el cuerpo, eso era casi imposible… Aquí está el amor, ofreciéndose a hacer lo imposible, como el amor siempre hace”. Ese es el tipo de amor de Jesús por nosotros.

¿Por qué lloramos nosotros? Porque tenemos una memoria a corto plazo, olvidamos pronto lo que Él hizo por nosotros, olvidamos pronto sus palabras, sus bendiciones…

¿A quién buscas?

Esta pregunta se repite hoy, más de 2000 años después. ¿A quién buscas? ¿Buscas al amor de tu vida? ¿Buscas tener una buena posición? ¿Buscas hacer cosas buenas que te lleven al cielo? …… muchos están escuchando música cristiana, viendo películas de Jesús, leen la biblia, escuchan predicaciones, y piensa que es suficiente…… Si es así cómo busca a Jesús déjeme decepcionarlo, no lo encontrará. Cristo quiere habitar en su corazón, cambiar su vida por completo y hoy le está dando esa oportunidad. Debe leer, debe orar, debe hacer, pero eso es resultado de lo que Cristo ha hecho primero en usted.

María Magdalena no podía reconocer a Jesús porque su búsqueda estaba inclinada a algo diferente, hasta que Él pronunció una pequeña y simple palabra: “¡María!» (v.16). En ese momento, el texto nos dice que María “volviéndose le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro)” (v.16) y yo me imagino a María, con las ganas de abrazar a su…… pero no podía…que impotencia, porque Él mismo le dijo: no me toques (un paréntesis: Recuerdo que cuando se anunciaba …… crisis sanitaria en el país… reusamos… no saludarnos como… aún pensábamos… falta de fe, y nos respaldamos… hoy no es posible… nuestro corazón reboza de amor. No sé si María tenía este mismo sentimiento cuando Jesús le dijo no me toques. Hermanos no comparo como algo igual, porque la razón es diferente, Jesús iba al cielo con un cuerpo glorificado y nosotros es por seguridad). Cuando María oyó su nombre, ella reconoció la voz porque María era una oveja de Jesús y él mismo dijo que el Buen Pastor “a sus ovejas llama por nombre” (Jn. 10:3). Cuando María escuchó su nombre seguramente pensó: “esa voz… ¡yo conozco esa voz! ¡Es la voz de mi Maestro, él es el único que me llama así!”. Ella se da vuelta, le reconoce y le dice: ¡Maestro!

¿Ha experimentado la voz de Jesús llamándole? ¿Reconoces la voz del Buen Pastor? Él le llama por su nombre, él tiene el poder para llamarle por su nombre como nadie puede hacerlo.

Si aún no ha oído su voz, aún estás a tiempo. Busque al Señor, ¡pero no lo busques donde Él no está… búsquelo en su palabra, pues Él vive! Y quiere vivir en su corazón, no lo haga después, hágalo ahora, Él quiere ser su salvador…

Tengo que decir que, cuando María vio a Jesús, todo cambió. Ella llegó triste al sepulcro, llorando. Pero después que lo vio, ella salió anunciando “¡vi al Señor!” (v.18).

Usted que por fe ha visto al Señor, ¿Está anunciando que Él vive? ¿Habla que Él vive y reina?… Saber que el Señor está vivo y que reina es conocer la mejor noticia que existe. Hable de Jesús, ¡diga que Él resucitó, anuncie que Él vive!

Jesús le está llamando para que lo siga. Si oye su voz, lo amará tanto como María Magdalena lo amó. Ella lo amó mucho, a pesar de que pensó que estaba muerto, ¿se imaginas cuánto lo amó después de saber que Él estaba vivo?

Hoy lastimosamente las iglesias están cerradas, los cultos son en casa, pero en medio de todo esto, la pregunta es: “¿A quién buscas?”. Muchos intentan arreglar sus vidas, es más, muchos tratan de hacer algo, pero su búsqueda no está enfocada en Jesús.

Mi oración al Señor es que cada uno de ustedes, que escuchan esta predicación, puedan responder: “Yo busco a Jesús, mi Señor y Salvador, Aquel que vive y reina por los siglos de los siglos” …… Amén…